Moisés S. Palmero Aranda
Educador ambiental y escritor
La radio está entrando en los centros educativos y, si la miman un poco, ha llegado para
quedarse, porque es una herramienta educativa de garantías y ofrece un gran número de
oportunidades para el aprendizaje de los alumnos.
Tanto es así que la Universidad de Almería creó en 2021 la Red de Radios escolares para darle
cobertura, apoyo y formación a los docentes que están dedicando su tiempo, y su esfuerzo,
para sacar estas pequeñas emisoras adelante. Además, esta red tiene como objetivo
establecer vínculos colaborativos entre los centros y darle visibilidad al trabajo que hacen los
alumnos, posibilitando que sus podcast lleguen a un público mayor. Aunque en estos
programas lo importante no son las audiencias, y si me apuran ni el producto final, sino el
proceso educativo, las habilidades, los valores, las aptitudes, las actitudes y las competencias
adquiridas por los alumnos, sin olvidarnos del orgullo, y la motivación, de que valoren tu
trabajo y de tener la oportunidad de ofrecerlo al mundo.
Con permiso del resto de centros escolares que llevan varios años apostando por la radio,
utilizo el ejemplo del CEIP La Canal de Vícar que este curso ha puesto en marcha el Taller de
Radio y Educación Ambiental: Radio La Canal. Ha sido gracias al programa IMPULSA de la Junta
de Andalucía, el Ministerio de Educación y el Fondo Social Europeo. Este programa está
dirigido a los centros educativos que se encuentren en zonas ERACIS, donde se registran
situaciones graves de exclusión social.
Es un centro pequeño, de una sola línea y casi la totalidad de los alumnos son de origen
magrebí que viven en las barriadas que hay diseminadas entre invernaderos por el municipio
de Vícar. Muchos de ellos, a pesar de haber nacido en España, no hablan bien el español, por
lo que la radio se ha convertido en una herramienta para trabajar la oralidad, la comunicación,
la escritura, la escucha, la creatividad, la improvisación, la colaboración, el trabajo en equipo,
las emociones, el diálogo, la responsabilidad y la autoestima.
Hacer un programa de radio no es sentarse delante de los micrófonos a improvisar una
conversación, sino que necesita de un gran trabajo previo de toma de decisiones. Decidir de
forma conjunta sobre qué contenidos se trabaja ya es importante, pero luego necesita el
tiempo pausado para planificar y elaborar el guion que les ayudará a la hora de grabar. Y tras
la grabación viene el momento de la edición, del montaje final que llegará al público. Un largo
proceso que de manera entretenida, sin apenas darse cuenta, está posibilitando al alumnado
aplicar lo aprendido en las aulas.
Montar un pequeño estudio no es complicado gracias a los adelantos tecnológicos. Si me
apuran con un móvil, un micrófono y un programa de edición se pueden hacer audios muy
profesionales. Por supuesto, que sé si dispone de una pequeña sala insonorizada y con buenos
equipos de grabación, los resultados son mucho mejores.
Pero insisto, cuando escuchen un
programa de radio escolar, no se queden en lo superficial, en sí el sonido es bueno o no,
evalúenlo por todo ese trabajo que han realizado los alumnos y profesores para poder
ofrecerlo.
Estos chavales de Vícar, desde 3º de primaria hasta 2º de la ESO, han realizado programas
sobre los cetáceos y tortugas marinas del Mar de Alborán, sobre Punta Entinas Sabinar, sobre
las Cuevas de Sorbas, incluso se han presentado a un concurso para responder a la pregunta
¿Por qué necesitamos un bosque en la Sierra de Gádor? Han contado los cuentos que
prepararon para el Día del Libro, han hablado del Día de Andalucía y cantado su himno, han
entrevistado al alcalde de Vícar, han creado sus propios programas de radiofórmula para sus
excursiones, han debatido sobre los elementos que pondrían en su cole nuevo, han grabado
cuñas solidarias sobre reciclaje, machismo, o comportamiento y, para despedirse del taller,
han hablado sobre qué harán durante sus vacaciones.
Han grabado en su pequeño estudio improvisado, en el patio del colegio, en su propia clase, y
gracias a ese trabajo invisible, de colaboración, entre el ayuntamiento y los centros escolares,
han conectado con el programa de Cuerpos Especiales a nivel nacional.
Quizás ninguno salga locutor de radio, pero ese no es el objetivo, lo primordial es el proceso,
las emociones vividas, el conocimiento adquirido, las habilidades de comunicación que pueden
facilitarle su vida, las que pueden cambiar el mundo.
Enhorabuena a todos los que hacen posible que un programa de radio escolar llegue a
nuestras casas.